lunes, 23 de noviembre de 2009

I'm Not From China


Te despides en la puerta de sus casas con una sonrisa gastada en la cara y el alma a la altura de la suela de los zapatos. Podría si caminaras mucho elevarse al mismo nivel de la fatiga, y así de entre toda la confusa masa de las demás que grita en ti reconocerla con la misma facilidad con la que señalarías una gota de sangre en una hoja en blanco.

Tienes frío y la solitaria rayita de batería en tu mp3 no augura nada bueno, aun así te crees con fuerza suficiente para caminar en dirección contraria a tu piso. Subes el volumen de la música mientras vas esquivando a los borrachos que vomita a intervalos la resaca del fin de domingo en La Latina. De cuatro irrisorios gigas no encuentras ninguna canción que logre subirte la moral a excepción de The Rolling People, pero después de escucharla varias veces pierde su efecto, pasa a convertirse en parte del ruido de fondo, del yo sufro, yo quiero, yo me voy…



Don't even know which way I'm going to
The lights are on and I am feeling blue
I hope you know which way I'm going to fly
Thank you for my life
I said good night, good-bye

You see me going

But here we are the rolling people
Can't stay for long
We gotta go

So come alive with the rolling people
Don't ask why
We don't know now
Yeah

Uno no puede irse permanentemente, uno no puede despedirse más que una vez por día, uno no puede alargar más que unos escasos minutos el adiós, el buenas noches, nos vemos.

En Plaza de España te intercepta un guiri con un pedo tremendo, lo ignoras pero se apresura detrás tuya y te agarra del brazo. Te pregunta una dirección mirándote a través de la tiniebla que el alcohol ha tejido en su mente, con una súplica desesperada en el gesto. Le tomas del hombro y le muestras hacia dónde debe dirigirse. Te da las gracias muy efusivamente y compruebas como se aleja dando tumbos justo por el camino opuesto al que tú le habías indicado. Exactamente tan idiota como tú.

En Moncloa la tregua que la música te había concedido desaparece con la batería del mp3, te deja solo, a merced del ruido de fondo, del peligro que supone la aparición de la silueta de otro ser humano al final de la calle en las dos horas largas que implicaría un regreso a tiempo. Pero extrañamente ese no es un motivo suficiente para continuar caminando. Te quedas quieto sin saber qué hacer, observando incrédulo la indiferencia con la que responde a tu mirada la pantalla muerta del reproductor.

Supones que es triste, es triste pensar cuán ridículas son las razones que te impelen a arrastrar tus pies detrás de algo, cuánto se parece esta noche a muchas otras que ya han pasado, lo poco de nuevo que te va a suceder a partir de ahora en esta maldita página biográfica llena de puntos suspensivos que no significan una mierda.

Es entonces cuando piensas que más te valdría haber nacido en un lugar y en un momento diferente, que mejor sería también aceptar la vida de cualquier otro, con una obligación cotidiana desde las nueve de la mañana a las siete de la tarde, un hogar que pagar a plazos y un amor que resumir en media docena de fotos sobre el aparador del salón.

Como no quieres seguir escuchándolo te tapas los oídos, le das la espalda, te vas.

Te gustaría tanto poder despedirte de ti mismo en este momento y marchar, decir, bueno, adiós, buenas noches, nos vemos…

… tan alto como la voz del poeta, tan rotundo, tan tajante, tan exacto como ya lo dijo ese otro, decir…

Yo me callo, yo espero
hasta que mi pasión
y mi poesía y mi esperanza
sean como la que anda por la calle;
hasta que pueda ver con los ojos cerrados
el dolor que ya veo con los ojos abiertos.

5 comentarios:

el amigo de ted dijo...

El poema es de Antonio Gamoneda,

y la canción ya sabéis de quien es.

Qcousas dijo...

...Vigo.

Pato dijo...

Pues yo soy capaz, ya no solo de despedirme varias veces en un mismo día, sino de que me despidan también.
No, no sé de quién carallo es la canción, pero como sea una indiada de las tuyas paso d'ella, pronto.
Un abrazo/besazo por las calles de Madrid.
Te quiere,
Pato Chungo x

espía de tres al cuarto dijo...

¿quieres aceptar mi rutina? ocupada el 94% del día entre estudios varios y un puesto de camarera por las mañanas? yo estoy agotadoramente feliz...
(has visto?, he conseguido ser la que sirva los cafés de la mañana y decir a todo el mundo "buenos dias")

y la canción es brutal, voy a meterla en mi mp3!

xxx

SilviNa dijo...

Muy bonita la entrada churri. Ai loviu.
Y si se acaban las rayas de tu mp3
te basta el silencio,
que me lo ha dicho un pajarito.